
El Congreso de la República rechazó admitir a debate la moción de censura contra la Mesa Directiva que encabeza José Jerí, quien actualmente asume la encargatura de la Presidencia de la República.Con 20 votos a favor, 63 en contra y cuatro abstenciones, la iniciativa no obtuvo los 59 votos necesarios para su aprobación y fue enviada al archivo, tras lo cual se suspendió la sesión en el Pleno.La moción había sido sustentada por el legislador Pasión Dávila, de la Bancada Socialista, quien aseguró que esta no respondía a un cálculo político partidario, sino a establecer la legitimidad institucional y confianza de la ciudadanía ante las autoridades de Estado. En diálogo con RPP, el congresista Jaime Quito (Bancada Socialista), uno de los impulsores de la censura, criticó la decisión y aseguró que se trata «de una burla más» a la población que expresó su descontento en las manifestaciones del último miércoles.»Se creen los dueños del país, se creen que tienen el poder, pero no están entendiendo la realidad del país», manifestó Quito, quien agregó que el rechazo de la moción representa «un acto de provocación al descontento popular».Por otro lado, el congresista José Williams, quien votó en contra de debatir la moción, consideró que la salida de Jerí de la Presidencia en este momento no es una opción oportuna, pues «va a desestabilizar más las cosas».»Ahora lo que necesitamos darle tranquilidad a la población, darle credibilidad y evitar que suceda lo de ayer, que son grupos violentistas pequeños que distorsionan y malogran toda una marcha», remarcó.Bancadas presentaron moción tras protestasTras las protestas ocurridas el miércoles, que dejaron una persona fallecida, las bancadas Socialista, Juntos por el Perú, Voces del Perú y Bloque Democrático Popular, así como algunos legisladores no agrupados, presentaron el documento, donde se establecía, entre otros puntos, que “la permanencia de la actual Mesa Directiva en sus cargos constituye un grave riesgo para la estabilidad democrática del país”.Asimismo, su conformación probaba «el incumplimiento del compromiso público de Fuerza Popular, evidenciado en la asunción del señor Fernando Rospigliosi en la Presidencia del Congreso», pues la bancada fujimorista había manifestado su decisión de no presidir el Parlamento, algo que finalmente terminó ocurriendo tras la asunción de Jerí como jefe de Estado.